MODOS DE MEDICIÓN
Los modos de medición son las distintas maneras en que la cámara puede medir la luz que entra en ella y mostrar en el fotómetro si estamos por tomar una imagen subexpuesta o sobreexpuesta.
En nuestras DSLR vamos a encontrar los 3 distintos tipos de medición representados de esta manera:
Medición Puntual: La cámara mide la luz de un punto específico del encuadre (normalmente el centro)
Medición Ponderada al Centro: Al igual que en la medición puntual, toma como referencia el punto indicado, pero también tiene en cuenta la zona alrededor de ese punto, eso sí, dándole una importancia mucho menor.
Medición Matricial: Éste es el modo más fácil de usar, y generalmente el que se usa más frecuentemente. La cámara calcula los distintos niveles de luz de la imagen y hace un promedio.Aquí normalmente la mayoría de los elementos del encuadre suelen salir bien expuestos puesto que la cámara no se va a ninguno de los dos extremos, sino que aplica una exposición “media”.
BALANCE DE BLANCOS Y TEMPERATURA DE COLOR
La temperatura de color se mide en Kelvin (K) y establece el color blanco puro en 5.500K, que se refiere a la luz que encontramos al mediodía. La luz con menor temperatura virará a tonos rojizos, mientras que la luz con temperatura más alta virará a tonos más azulados. Podemos ver cómo varía el color de la luz con esta sencilla tabla. Además, encontrarás diferentes ejemplos para que conozcas cuántos Kelvin aproximados tiene la luz de varios ambientes estándar.
Tipos de balance de blancos
Modo automático: El modo automático puede funcionar correctamente en ciertas situaciones con luz bastante neutra.
Modos semiautomáticos o Presets: En todas las cámaras vamos a encontrar también los modos semiautomáticos o presets. Estos modos configurarán el balance de blancos para ciertos ambientes específicos estándar. Así pues, nosotros le indicaremos a la cámara en cuál nos encontramos, y ella compensará la luz en base a ese preset. Cada cámara te ofrecerá unos balances diferentes, pero normalmente podemos encontrar tungsteno, fluorescente, sol, sombra, nublado, flash… Estos modos suelen funcionar bastante bien, salvo en situaciones poco comunes o en el caso en que queramos «engañar» a nuestra cámara, como veremos más adelante.
Personalizado: Muchas cámaras nos van a ofrecer la opción de indicarles manualmente qué luz que hay en el ambiente, con el balance personalizado. Para ello, deberemos hacer una foto sobre una superficie blanca o de color gris neutro que se encuentre en el lugar, como una pared, un folio o algún mueble. Además, también existen las llamadas «Carta de grises», con las que contaremos en cualquier momento de una superficie blanca, gris neutro y negro. Después de realizar la foto a esta superficie, la cámara establecerá ese color como blanco o gris puro, y ajustará el resto de colores de la toma en base a ese tono.
En Kelvin: Otras cámaras también te ofrecerán otra opción manual, que consiste en indicarles qué Kelvin hay en el ambiente, para compensar esa iluminación y ajustar todos los tonos de la toma. Es por esto que la escala de Kelvin «funcionará al revés» que la escala que hemos visto. Es decir, la cámara no va a disparar a ese número Kelvin, sino que intentará equilibrar los colores que habría en un ambiente con esa temperatura de color. Por eso, este modo nos servirá para «engañar» a la cámara» si queremos conseguir balances que no sean neutros.
Dejá tu comentario